martes, 22 de septiembre de 2009

Biosensores ecológicos

Si a principios de siglo XX, los mineros utilizaban canarios encerrados en jaulas para detectar la presencia de gases letales, la química del siglo XXI preserva la vida animal y da un paso de gigante en la detección electroquímica. Investigadores de la Universitat Autònoma de Barcelona estudian la posibilidad de utilizar un nuevo biosensor para controlar la presencia de fenol en el medio ambiente. Se trata de una sustancia manufacturada muy presente en el campo de la farmacéutica o la clínica, entre otros, que genera niveles de toxicidad preocupantes. Para poder medir estos niveles, el nuevo biosensor utiliza como componente biológico un catalizador fenólico: la tirosinasa. Una enzima que mejora su transferencia electrónica con los electrodos del biosensor a través de nanotubos de carbono. De momento, estos electrodos modificados presentan ventajas electroquímicas que podrían incentivar la producción a gran escala de estos biosensores.

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